Tributo a mi padre

Lautaro Vivar Encina
Don Lautaro Armando Vivar Encina... ése es mi padre...

Mi padre fue un hombre bastante singular... este es un tributo a su existencia que no pasó inadvertida para nadie que lo conoció.

Con el tiempo lo iré poblando con todo el material que tengo, sobre la Historia de Pelarco que él escribió, así como sus crónicas.

Siempre me he preguntado cuánto podría haber hecho él -si hubiera sobrevivido a su cáncer- con una herramienta como internet. Probablemente mucho, muchísimo. Por el momento, y a medida que he ido poblando esto, me estoy cuestionando seriamente que esto sea material para publicar con un blog...


Si desea utilizar parte de lo publicado en este blog, debe solicitar permiso y citar la fuente. Para nuestra familia ya fue particularmente desagradable que un pseudo-historiador -que difícilmente terminó su secundaria- hace unos años, copiara textualmente los escritos de mi padre y se los atribuyera y aún más fuera mencionado en una publicación del Diario El Mercurio como "Historiador de Pelarco". El contenido de este blog, como se señala en su título, está protegido con un registro de propiedad intelectual, y no titubearemos en usar las acciones legales que corresponda de existir publicaciones sin su cita correspondiente.

Los orginales de las publicaciones fueron realizados en una máquina de escribir. Lo que aquí se encuentra publicado, es la digitalización de esos escritos y no está completamente editado, podría contener errores de tipografía.

jueves, diciembre 01, 2005

 

5. EL MUNDO EN 1.787

Las pasiones humanas determinan que el ser humano, considerado individual y colectivamente, no cambia su conductualidad y la evolución de las distintas culturas, aun de distintas razas, ha sido muy semejante, v.g.: en todas las historias hay muestras de un desarrollo que contempla similares características, con ligeras variantes, relacionadas con sus principios éticao, determinados por las diferentes religiones o mitos a supersticiones. En todas las muestras se observa un inicio basado en la piedra, una cultura clásica, una época medieval y una moderna. En todas, se alterna el péndulo entre gobierno tiránico y permisivo. En todas se ha hecha hincapié en el valor guerrero, en un concepto del honor que si bien tiene diferencias, está plenamente presente. En todas hay una sensación de inmortalidad y la esperanza de ser como dioses. Pero, de doscientos años a la fecha, el hombre no ha cambiado demasiado, aunque seamos prácticos, si bien el hombre no ha cambiado, la sociedad ha tenido serios vuelcos y de ellos nos habla la Historia. Y los vuelcos sociales en los últimos doscientos años han sido cosa seria. Cada vez más cerca uno de otro. El objeto del presente capítulo es presentar una radiografía de la humanidad, cuando Pelarco, se transforma en Parroquia. Refrescar nuestras conocimientos en la ciencia de Clío, (12), para comparar lo que era nuestra sociedad chilena de entonces y, dentro de ella a nuestra Pelarco, presentado en los capítulos siguientes.

Ante todo, debemos dejar en claro que Chile ingresa a la Historia, cuando Don Pedro de Valdivia funda Santiago, porque si bien es cierto que se sabía de su existencia en el lmperio incaico, y se tenía contacto con nuestras aborígenes por medio de la colonización y la conquista armada, no había documento escrito que certificara nuestra existencia; además, nuestra país no era una organización de tipo nacional, sino cientos de pueblos diseminados sin otro contacto que el armado o el trueque. Cuando Valdivia funda Santiago, con ese Acto Jurídico, se inicia nuestra Historia, porque ese fundador de nuestra nacionalidad vio a nuestra “loca geografía como un todo orgánico el que era necesario hilvanar desde los desiertos hasta los hielos, desde la serpiente nevada hasta el océano azul. Y nuestros aborígenes pasaron desde la Edad de Piedra a la Edad Moderna europea, sin ceder cambiar nuestra mentalidad en acuerda con la época. Lo mismo pasó con Pelarco guardando las debidas proporciones; cuando fue erigido en Parroquia, el mundo europeo estaba en el filo de un cambio de décadas, de la Moderna a la Contemporánea. Pero eso no significa que nuestros abuelos pelarquinos se percataran de ella. Ni siquiera en nuestra sociedad chilena se vislumbraba tal hecho, el mundo estaba en convulsión y las consecuencias las veríamos antes de veinticinco años. Como curiosidad consignaremos el nombre de los gobernantes del mundo en 1.787.


CITAS DIRECTAS CAPÍTULO 5

(12) .- Clío, hija de Zeus, y Mnemósine, Musa de la Historia. Las Musas eran nueve y cada una presidía una ciencia o un arte. Habitaban el Parnaso, dirigidas por Apolo.

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